Escapada C19 – España a Inglaterra 2021

Escapada C19 – España a Inglaterra 2021

Pasamos el verano rodeados de familia, amigos y alguna que otra aventurilla. Dejamos pasar las primeras tormentas del verano y a mitad de septiembre emprendimos nuestra vuelta a Inglaterra.

 

La primera sorpresa de la vuelta nos la encontramos cuando ni siquiera habíamos empezado a pedalear. Mi padre nos acompañaría unos kilómetros de ruta. No sabía muy bien si una noche, dos o tres.

“Nunca podrás derrotar a la persona que nunca se rinde”

Babe Ruth

El recorrido que habíamos escogido para la vuelta sería atravesando la mancha visitando los molinos de Don Quijote y subiendo por la Vía de la Plata hasta los Picos de Europa. Una vez en el norte de España recorreríamos la cornisa cantábrica hasta coger el ferry en Bilbao que nos llevaría devuelta a Inglaterra. Bonito plan pero qué pasó al final.

 

Era la primera vez que mi padre se aventuraba a venirse con la bici de cicloviajero. Me sentí muy orgullosa de él, fue un honor tenerlo a mi lado durante unos días. Ni él sabía los días que pedalearía, dependería de como se fuera sintiendo.

 

Comenzamos pedaleando hacia el Júcar, una ruta muy bonita por la hoz del río. Mi padre pasó la barrera de acampar a lo salvaje el primer día, las primeras cuestas, la tormenta de la segunda noche… Me sorprendió como se iba amoldando a las sorpresas de la aventura y poco a poco los dolores en las rodillas, cuello y brazos iba desapareciendo. Disfrutamos de cada día como si fuese el último ya que no sabíamos cuando iba a llamar a mi madre para irse devuelta a casa. Al final compartimos diez días de una experiencia inolvidable.

 

En Campo de Criptana continuamos pedaleando Dexter y yo hacia Consuegra y de ahí hacia el norte en busca del río Tajo. Seguimos los caminos naturales que nos ayudaron a esquivar las carreteras aunque algunos tramos eran un mar de arena suelta.

 

No nos pudimos librar de una tormenta que nos pilló en Oropesa, gracias a una familia muy amable que nos acogió, pudimos descansar bajo techo y compartir un rato muy agradable.

 

Pasamos un fin de semana increíble pedaleando con Las Cicloviajeras en Navalmoral de la Mata y bajo nuestra sorpresa pudimos continuar la aventura con Maripepa y Nuria unos días más. Nos encanta viajar solos aunque también compartir momentos especiales con otros aventureros que nos encontramos por el camino.

 

Después de atravesar la sierra de Gredos con ellas, continuamos nuestro camino por la Vía de la Plata hacia el norte. Montaña arriba y montaña abajo, rodeados por las dehesas y atravesando ciudades increíbles como Salamanca y Zamora.

 

En Benavente, nos decidimos reservar el ferry de Bilbao a Inglaterra ya que sabíamos más o menos la fecha que llegaríamos a Bilbao. Lamentablemente no había billetes disponibles para Dexter. Unas horas de indecisión por no saber qué hacer, nos lleva a la conclusión de que tenemos que alargar la ruta hasta Dieppe donde si que podemos coger el ferry hacia Inglaterra. Esto significa tener que pedalear unos 2000 kilómetros más, lo que se traduce en un mes más pedaleando aproximadamente. Contactamos a Angélica que se encontraba en este momento en Burgos y gracias a ella nos libramos de pedalear hasta diciembre.

 

Seguimos la ruta en furgoneta desde Burgos a Rennes en Francia. Aunque por el camino estiramos la piernas y pedaleamos alguna zona interesante como el rincón de La Rochelle donde nos encontramos de nuevo con Pierre (Warmshowers de París).

 

En Rennes aparcamos la furgoneta y seguimos pedaleando juntas hasta Mont Saint Michel. Seguimos canales y carriles bici disfrutando de la belleza otoñal. En Sant Malo, nos encontramos de nuevo a Selo y Ana, nos acogieron de nuevo por una noche y nos pusimos al día compartiendo la cena.

 

Tan solo quedan unos 300 kilómetros hasta el ferry, los continuamos tranquilamente atravesando Normandía y visitando los pueblos pequeños de la zona. Nuestra única preocupación antes de terminar esta aventura era llegar a tiempo al ferry y encontrar un veterinario que nos pusiera al día a Dexter para poder coger el ferry.

 

A unos 150 kilómetros de Dieppe se nos rompe el cable de los platos. Como es un cable más largo de lo normal no encontramos ninguna tienda de bicis que nos lo pueda arreglar. No nos queda otra que llegar a Dieppe sin cable.

 

Prueba superada tomamos el ferry en Dieppe que nos deja en Newhaven donde nos esperaban Selo y Ana para recoger el peso de las alforjas; y Steph y Fliss para pedalear juntos los últimos kilómetros hasta casa.

 

¡Y así ponemos fin a la aventura cicloturista del 2021!

 

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