LA TOSCANA
Nervios a flor de piel, desconcierto e intriga! Dexter se venía por primera vez a una ruta cicloturista. Habían muchas preguntas sin muchas respuestas. Todavía no había conseguido que se subiera al carro sin destrozarlo.. Lo había intentado prácticamente todo y lo había tenido que reforzar en mas de una ocasión con una reja por dentro ya que era lo único que no podía destrozar. Era agosto, era Italia y la previsión era tener unos 40 grados.
La región de La Toscana es una de las mayores y más importantes regiones italianas por su patrimonio artístico, histórico, económico, cultural y geográfico.
La Toscana esta rodeada y cruzada por las principales cadenas montañosas, dejando entre sí algunas escasas llanuras caracterizadas por ser muy fértiles, en la región abunda un relieve dominado por el paisaje ondulado que conforman las colinas.
Cabe destacar la ruta de peregrinación por la Via Francigena entre Roma y Francia llevó riqueza y desarrollo a la región en la Edad Media. Y fue la que estuvimos siguiendo por un tramo de la ruta.
“Andando lugares y conociendo gentes se hace uno prudente”
Miguel de Cervantes
El coche preparado para partir. 4 de la mañana camino al ferry para conducir de Cambridge (Inglaterra) a Italia en 3 días. Eso sí, parando por el camino a hacer un poco de senderismo, sacar las bicis a pasear y visitar ciudades como Paris, Avignon, Monaco… En esta última hicimos vivac en un parque junto a la universidad bajo un manto de estrellas, pero de momento nos cayó un agua 0 impresionante que tuvimos que evacuar y subir al coche a las 3 de la mañana. Tal vez fuera casualidad pero gracias a seguir conduciendo durante la noche, nos libramos de milagro de no vernos involucrados en la caída del puente de Genova. Y por fín llegamos a La Spezia donde nos encontraríamos con amigos de España para comenzar nuestra ruta juntos por La Toscana.
Empezamos a pedalear desde Pisa. La primera noche no teníamos muy claro donde plantar el huevo, estábamos entre dormir en alojamiento ya que había previsión de lluvia o hacer acampada libre donde nos pillase. Por fín nos decidimos a acampar a la aventura y justo antes de que se hiciera de noche conseguimos encontrar un hueco entre unos arboles frutales con unas vistas que no estaban nada mal para ser la primera noche. A medio de la cena, un perraco travieso (husky) vino a saludar, era de unos chicos que se le había escapado y Dexter ayudó a que lo pudiéramos poner en su correa.. No nos entendíamos mucho pero utilizamos el lenguaje que nunca falla, la pantomima.
Como era de esperar la ruta estaba llena de toboganes pero yo no me esperaba que me iba a afectar tanto como para no poder llevar una velocidad decente. Segundo día de ruta y llevaba las piernas reventadísimas de ir arrastrando tantísimo peso y eso que aun no había metido mucho a Dexter en el carro porque aun estaba con exceso de energías. Antes de llegar a Florencia tuvimos que tomar una ruta alternativa e ir por sitios mas llanos. Mis piernas estaban pidiendo auxilio y para añadir mas gracia a la situación, el pasador que une el carrito con la bici se habia roto… por lo que hice algún apaño los últimos kilómetros para poder llegar a Florencia.
Horas mas tarde, a 43 grados llegamos a Florencia donde nos quedaríamos durante 2 noches en un hostal. No estoy acostumbrada a dormir en una cama durante una ruta pero la verdad es que supo a gloria!
Tuvimos unos días donde por la mañana hacia muchísimo calor y por las tarde caía la del pulpo, lluvias torrenciales.
Una de las veces nos pudimos refugiar en un hotel – restaurante y ya de paso nos pegamos un homenaje hasta que la tormenta pasara y de esta forma recuperar energías para poder llegar a Volterra que era donde nos encontraríamos con el resto de la trupe.
De vuelta en el coche camino a casa. Paramos en uno de lo pueblos de la famosa Spezia a pasar la noche y seguimos hacia Mont Blanc donde subiríamos en teleférico. Que pasada!
En la recta final del viaje atravesamos Francia donde nos quedaríamos a dormir en una granja cerca del ferry para llegar de vuelta a Cambridge al día siguiente. Esta noche fue mágica, pudimos cenar rodeados de ciervos a 2 metros de nosotros. Alucinante!
El viaje fue una pasada. Dexter se integro bastante bien aunque también tenía sus momentos de rebeldía. Los paisajes fueron alucinantes, la comida super rica y la compañía inmejorable.
«Si llevas tu infancia contigo, nunca envejeceras»
Tom Stoppard