Dexter es un perro de acogida, un Kelpie australiano lleno de energía como para recorrer el mundo dos veces seguidas .
Cuando lo adopté tenía muy claro que era el perro ideal para viajar en bicicleta. No solo por la energía que irradiaba, sino por su instinto de perro ovejero que hace que siempre este alerta, avisándome de cualquier peligro que se aproxime, persona o animal.
La mayoría de perros de acogida vienen con alguna tara (en el buen sentido de la palabra). Dexter era muy inseguro puesto que tan solo tenía 10 meses y ya había pasado por 3 familias, yo era la cuarta. Esto le ocasionó un gran estrés y comenzaba a ser “agresivo” con la gente que intentaba acercarse a él.
Me puse manos a la obra y comencé a trabajar en esos pequeños aspectos antes de embarcarme en la aventura de viajar en bicicleta con él.