Isle of Wight 2022
Las previsiones del verano inglés son buenas, pero no nos imaginamos que serían tan buenas. Apenas vemos la lluvia y las temperaturas son muy agradables.
Ya hemos visitado la isla hace 3 años, aunque nos falta bastante por explorar. Pues bien, aprovechamos unos días libres y decidimos pedalear de nuevo en la Isle of Wight.
La Isle of Wight se convirtió en isla en algún momento de la edad de Hielo, cuando la crecida del mar separó la isla del continente.
Los pantanos han servido para conservar fósiles. Gracias a esto, la isla es uno de los lugares europeos más interesantes para encontrar restos de dinosaurios.
“Piensa, sueña, cree y atrévete”
Walt Disney
Bici, patinete, dos humanos y un perro salimos de casa a la estación de trenes más cercana para comenzar nuestro viaje. Tan solo nos separan tres trenes y un ferry de casa a la isla. ¿Sabes qué pasa cuando tienes que coger varios trenes? Alguno de ellos, siempre se retrasa o se cancela. ¿Dónde está la emoción de viajar si va todo sobre ruedas?
“La vida es como montar en bicicleta. para mantener el equilibrio tienes que avanzar”
Albert Einstein
Nuestro primer tren se canceló. Por lo que fue todavía más divertido intentar conseguir las conexiones entre trenes para no perder el ferry. Bueno… yo lo llamo divertido, Dexter lo llama aburrido y Steph lo llama “we are fucked”.
Al final siempre se llega, tarde o temprano, pero se llega. Y aquí estamos, en la isla a 35 grados tomándonos un bocadillo en la poca sombra que nos da un muro.
No tenemos plan de ruta, simplemente pedalear y conocer la isla. La noche del cumpleaños de Steph es la única noche que tengo reservada una habitación de hotel. Por lo demás, lo que surja. Contacté a la comunidad de Warmshowers antes de salir de casa, pero no hay disponibilidad.
Iniciamos la ruta pedaleando hacia el sur, por los carriles bici y vías verdes en el corazón de la isla. A pesar de las altas temperaturas, los túneles de vegetación vienen de maravilla. Nos podemos refugiar entre la vegetación del camino hasta que cae la tarde.
Llega la hora de dirigirse al lugar de acampada. Es una isla muy turística y relativamente pequeña. Puede parecer que vas a encontrar turistas por todos los rincones de la isla cuando no es así. Pasa en una isla y pasa en otras zonas de más extensión. Los turistas siempre van a los sitios turísticos que ven en las guías, muy pocas veces te ves a un turista en medio del monte y menos cuando el sol a caído.
El plan perfecto es tomar un refresco en el pub más cercano a donde vamos a acampar para poder utilizar el aseo principalmente y cargar alguna batería. A continuación, dirigirnos a la montaña. Y como no, yo quería acampar en el pico más alto de la isla.
Viendo el atardecer, llegamos a punto más alto de la isla. La senda pasaba cerca, pero pudimos escondernos en un socavón que tiene la montaña. Tenemos unas vistas espectaculares, solo para nosotras. Desde aquí, podemos escuchar el silencio hasta que es interrumpido por el cantar de los pájaros al amanecer. ¡Una pasada!
El segundo día de ruta es el cumpleaños de Steph. No le he dicho que he reservado una habitación de hotel en el norte de la isla y tampoco sé cuando se lo voy a decir.
Tras el desayuno, recogimos todos los bártulos y nos dirigimos pedaleando hacia el oeste de la isla para seguir la costa hacia el norte.
La etapa comienza pedaleando entre caminos atravesando campos de trigo y otros cultivos. Llegamos a la costa y continuamos por la carretera siguiendo la ruta de la isla señalizada con señales azules. A pesar de ser agosto, no hay mucho tráfico. Aún así, no me gusta pedalear durante mucho tiempo por carretera con Dexter.
Visitamos las playas de Compton y llegamos a Freshwater a descansar y picar algo de comida mientras Dexter se daba un baño. Tenemos dos opciones de ruta: 1 – seguir por la carretera y visitar los acantilados del oeste; 2 – acortar siguiendo el río hacia el norte por caminos.
La cumpleañera decide acortar e ir por caminos para llegar al hotel no muy tarde y salir a tomar algo a un pub. ¡No es mal plan!
Llegamos al hotel y voy a recepción a confirmar la reserva. Tenemos una larga conversación ya que me quieren cobrar extra por Dexter porque no les quedaban habitaciones donde puedan estar animales. Media hora después y 20 libras menos en el bolsillo conseguimos llegar a un acuerdo.
La habitación la aprovechamos al máximo. Cargamos todas las baterías, lavamos la ropa en la bañera y limpiamos todas las alforjas y utensilios de cocina.
El tercer día de ruta decidimos ir hacia el sur de nuevo. Ya nos empiezan a sonar los caminos. Dexter entra en modo ruta, ya no está tan excitado de correr en todas las direcciones y empieza a relajarse en la caja.
Llegamos a la antigua estación de trenes de Merstone donde cocinamos unos espaguetis y esperamos a que el sol bajara. Continuamos por caminos hasta Shanklin, donde continuamos a lo largo de la costa dirección norte hasta llegar a Sandown. La costa es muy turística y tenemos que encontrar sitio para pasar la noche. Vemos en el mapa que hay una montaña y que posiblemente podamos acampar allí.
Sin pensarlo dos veces, nos dirigimos a subir a la montaña y llegar al sitio de acampada a tiempo para ver el atardecer.
En el filo del acantilado, en primera línea plantamos la tienda y disfrutamos de unas panorámicas al mar increíbles.
El cuarto día llega con sorpresa. Tenemos la posibilidad de quedarnos a dormir con una familia de Warmshowers en el norte de la isla.
Es uno de los días más calurosos del año. Nuestro objetivo es llegar a nuestro destino por la tarde intentando esquivar las horas más calurosas del día.
La costa del este se pedalea por la carretera y apenas hay sombras. El agua escasea y se convierte en caldo. Lo único que nos motivaba era llegar a la siguiente sombra y comprar bebida fría.
Cogimos por tercera vez el ferry de cadenas para cruzar el río y llegamos al destino. Una familia encantadora y súper acogedora. Compartimos una cena estupenda y nos fuimos a pasear a lo largo de la playa. Dexter y yo no nos bañamos, pero Steph y Susan si. A pesar del calor que habíamos pasado durante el día, el agua esta un poco fría para mi gusto.
El quinto y último día de ruta nos dirigimos directamente al ferry después de compartir el desayuno con Susan y Neil. Pasamos por segunda vez por el auténtico autobús de las Spice Girls. Y esta vez, lo visito por dentro. Una pasada visitarlo, aunque haya sido reformado para convertirlo en Airbnb.
Llegamos al ferry y solo tenemos que esperar media hora. Parece que todo va demasiado bien. Pero cuando llegamos al otro extremo nos dicen que tenemos que salir del ferry por el primer piso y no hay ascensor. No hubiéramos puesto cara de perro si no lleváramos las bicis cargadas hasta los topes.
Y este es el último viaje que vamos a hacer por el Reino Unido en bici y patinete. Esperamos que el próximo sea más al sur de Europa y en dos bicis.
La isla es ideal para pasar unos días en la bici. Sobre todo si hace buen tiempo se puede disfrutar de las playas buscando fósiles y construyendo castillos de arena. La parte de montaña está genial para poner a prueba tu forma física y evadirse de la zona turista.
Lo mejor es que da igual donde te encuentres porque puedes llegar al extremo opuesto en apenas un par de horas pedaleando.
